Vivimos en la era de la imagen y el cuerpo. Pase lo que pase hay que estar delgadas, incluso escuálidas, cuanto más mejor porque así demostraremos que somos capaces de gustar a cualquiera, que somos “¡perfectas!”.
¿Te fijaste cuando vas por la calle a cuántas de estas figuras “perfectas” observas?. Seguro que a ninguna, porque los mensajes que nos transmiten a través de los medios forman parte de una ilusión. Es imposible mantenerse eternamente jóvenes, delgados, sin arrugas… El cuerpo cambia, ¡afortunadamente!, y tenemos que aprender a valorar y a cuidar no sólo nuestro cuerpo sino lo más importante, nuestro interior.
Las mujeres estamos sometidas a una constante moda social que nos dicta cómo deben ser nuestros cuerpos para ser atractivas. Y ¿por qué ocurre esto?, ¿por qué somos, sobre todo, las mujeres el “blanco” de todas estas influencias?.
Culturalmente a lo largo de los años, se ha considerado a la mujer como objeto sexual. No se valoraba su intelecto, su capacidad de trabajo u otras cualidades internas, pero sí su cuerpo.
La mujer ha aprendido que su cuerpo es importante, que para gustar y seducir a los demás deberá estar delgada si no, no tendrá el mismo valor.
Hoy en día las mujeres, al igual que los hombres, trabajan y se valoran en ellas otras cualidades diferentes a su físico. Pero socialmente , se le sigue exigiendo a la mujer un determinado tipo para ser atractiva y tener éxito.
Obviamente el cuerpo no lo es todo. La belleza emana de nuestro interior y eso es algo que no lo dan ni las medidas “perfectas”, ni la cirugía. El atractivo personal se basa en algo mucho más profundo e interesante; nuestra forma de ser y estar en la vida.
Te damos algunos TIPS para disfrutar de tu cuerpo:
• Valora tu atractivo. ¡Sos atractiva! Sólo tenes que darte la oportunidad para descubrirlo.
• Date permiso. Concédete el derecho de comer aquello que te apetece sin sentirte culpable.
• Aprecia lo que vales. Sos mucho más que tu cuerpo.
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